Durante más de 20 años, las acciones con fuertes índices de pago de dividendos se han comportado bien frente a dos grupos importantes: las empresas que pagan menos de sus beneficios en retribuciones al inversor y las compañías que recompran muchos de sus títulos. Esa es, al menos, la conclusión del informe elaborado recientemente por Credit Suisse.
“Las empresas que están devolviendo más de su exceso de capital a los accionistas en forma de dividendos han visto históricamente, y siguen viendo, un comportamiento increíblemente sólido en los mercados”, dice Patrick Palfrey, codirector de análisis cuantitativos de la entidad financiera suiza. “Esto contrasta con las recompras, que a menudo son vistas por los participantes del mercado como un impulsor de la renta variable”, añade.
El indicador de payout, en este caso el porcentaje de beneficio por acción pagado en dividendos, es una métrica muy utilizada por los inversores para tener una idea de cuánto se distribuye a los accionistas. El informe de la entidad analizó las recompras netas y los índices de payout entre las firmas cotizadas dentro del S&P 500. Para este último, los analistas calcularon el porcentaje de beneficio por acción pagado en dividendos durante los últimos cuatro trimestres.
“Durante el período de 20 años iniciado el 31 de diciembre de 1999 y hasta el 31 de diciembre de 2019, las empresas del rango superior del índice de payout por dividendo tuvieron un rendimiento anual del 10,9%, frente al 6,6% de las empresas de la parte baja”, se puede leer en el informe de Credit Suisse. Esa rentabilidad más elevada ha persistido desde el inicio de la pandemia a principios del 2020. Así, el retorno más alto durante ese período (del 31 del 2019 al 20 de mayo de este año) fue de 11,3% al 7,3% anualizado.
“De este modo, las empresas mejor clasificadas en cuanto a su payout también batieron en rentabilidad a aquellas acciones con una actividad de recompra más sólida: 10,9% frente al 9,3% anual durante el período de 20 años que concluyó a finales del 2019”, apuntan estos analistas a lo largo del texto.
Mientras tanto, desde que surgió el Covid, las compañías que han recomprado acciones y repartido dividendos han generado un 9,5% de rentabilidad, en comparación con el 6,2% de las compañías que simplemente han recomprado acciones. Palfrey dice que las recompras de acciones pueden ser “algo más volátiles” y que pueden “funcionar como una válvula de escape para el exceso de capital, mientras que los dividendos tienden a ser más rígidos”. El experto añade, además, que una posible preocupación es un “telón de fondo de desaceleración” para el crecimiento económico.
Por otro lado, el rendimiento superior de aquellas empresas que tienen un índice de payout más alto desde principios de 2020 varía según el sector. Para el de finanzas es más de un 7,2%; mientras que para las empresas de tecnología está sobre el 3,6%. Por supuesto, la amplia caída del mercado de valores en las últimas semanas ha causado pérdidas generalizadas, aparte de dividendos y recompras.
“Es importante comprender cómo el mercado recompensa las recompras frente a los dividendos y creo que es importante entender cómo podrían cambiar con el tiempo”, dice Palfrey.
Los filtrados de la entidad destacan a Baker Huges, 3M, McDonald’s, Medtronic, y Huntington Bancshares como las empresas que más se ajustan a estas medidas de interés: alto nivel de payout, que se conjuga con políticas habituales de recompra de acciones. Todas ellas superan la rentabilidad por dividendo promedio del S&P 500 del 1,6%. “Son las compañías que mirar si queremos batir al mercado con estas variables”, aseguran desde la entidad.
Para el servicio de análisis de XTB, si bien el parámetro de payout sirve para correlacionar las expectativas de incremento en los beneficios de las empresas, que esperan superarlos periódicamente, es importante esperar que las compañías cumplan con sus objetivos, ya que, si una cotizada mantiene un payout elevado mientras que revisa su guía de ingresos y beneficios a la baja, eso influye directamente en el atractivo inversor, que descontará un menor importe de dividendos. “Por ello, paralelamente al payout, es importante mantener una rentabilidad por dividendo o yield sostenida e, incluso, creciente, porque esta tiene vinculación directa con el comportamiento de la acción. Los ejemplos ofrecidos por Credit Suisse mantienen precisamente un combo de estos factores para que en el largo plazo la combinación de payout, yield y programa de recompra de acciones sirva para generar valor al inversor, que verá recompensado su compromiso al posicionarse en estos valores”, aseguran.
Continúa la recuperación de los dividendos
Entretanto, los dividendos globales continuaron su repunte en el primer trimestre, saltando un 11,1% interanual hasta un récord de 302.500 millones de dólares, según la última versión del índice de dividendos de Janus Henderson. Es un dato que contrasta con la disminución del 5% en el primer trimestre del 2021.
“El aumento en los pagos reflejó que las empresas se pusieron al día después de realizar recortes o suspensiones de dividendos al principio de la pandemia, especialmente fuera de los Estados Unidos, y por los grandes dividendos en el sector energético y minero”, dice Matt Peron, director de análisis de Janus Henderson.
El experto espera que el crecimiento de los dividendos se normalice: “Debería crecer más o menos al ritmo del incremento de los beneficios empresariales”. Janus Henderson prevé un aumento del 7,1% en los dividendos en divisa local este año, o del 4,6% ajustado por el tipo de cambio.
Sin embargo, si surge una desaceleración económica, los dividendos fuera de Estados Unidos “podrían estar algo en riesgo”, explica, antes de añadir que confía en la salud de los dividendos estadounidenses este año.