Si hay un producto que siempre se altera significativamente durante las tensiones geopolíticas a nivel internacional es, sin lugar a dudas, las materias primas, puesto que cambian los esquemas entre oferta y demanda y los precios tienden a dispararse.
Este hecho ya ha podido visualizarse desde el inicio de la crisis entre Ucrania y Rusia en productos como el petróleo, que se ha disparado más de un 18%, o del trigo, que ha remontado más de un 42%. No son los únicos productos y otras materias primas han seguido el mismo camino.
Por ejemplo, desde la invasión rusa el paladio ha avanzado en los mercados más de un 14%, el precio del aluminio ha remontado más de un 9% y el níquel llegó a repuntar más del 70% en un solo día.
El gas es otro claro ejemplo de ello, habiendo subido más del 1,38% desde que Rusia invadiera Ucrania (el 24 de febrero. Un 25,3% desde el cierre a 31 de diciembre de 2021). Europa recibe del 35 al 40% de su suministro de gas y la mayoría de este fluye a Europa a través de un gasoducto que atraviesa directamente Ucrania. Por tanto, con las sanciones sobre el país liderado por Vladimir Putin, estas dos materias primas se ven claramente penalizadas: menos oferta y un incremento de la demanda que hace que sus precios se disparen sin control.
Algo similar pasa con el petróleo, ya que Rusia es el segundo mayor exportador de petróleo crudo del mundo y produjo alrededor del 11% del total del planeta en 2020.
Por otro lado, Rusia y Ucrania representan aproximadamente el 29% del mercado mundial de exportación de trigo. No en vano, Ucrania es uno de los mayores proveedores de maíz a China, además de su producción de cebada y centeno, de los que depende la mayor parte de Europa.
Cabe recordar, asimismo, que Rusia es el tercer mayor productor mundial de oro y un importante exportador de platino, cobre y níquel, lo cual genera desajustes de oferta y demanda con las sanciones vigentes. ¿El resultado? Más presión sobre los precios de estos recursos.
Las empresas rusas son uno de los principales productores de paladio y extraen el 40% de la producción mundial. El paladio, el platino y el níquel se utilizan en los componentes de los vehículos. Por ejemplo, el paladio es usado como convertidor catalítico para limpiar los gases de escape de los coches y el níquel se utiliza en las baterías de los vehículos eléctricos. Son, por tanto, productos esenciales.
La guerra ha afectado los movimientos de muchas materias primas, lo que ha provocado un aumento de las valoraciones en muchos sectores. Puesto que los precios de las materias primas suelen subir cuando la inflación se acelera, los inversores tienden a acudir a ellas en busca de protección en épocas de aumento de la inflación, en particular de incrementos de IPC inesperados.
Muchos operadores, particularmente, le han dado brillo al oro, que cuenta con uno de los mayores grados de liquidez en los mercados de las commodities y, en la mayoría de los casos, su valor ha aumentado con el tiempo.
Por lo pronto, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania está durando más de lo esperado, con una repercusión proporcional en el encarecimiento de las materias primas. La inflación seguirá repuntando y ahora el problema está en la oferta. Y es que aunque los bancos centrales finalicen estímulos y suban tipos, si la oferta no se recupera, tienen poco margen de maniobra.