La actualidad del mundo está haciendo que los mercados financieros se parezcan más a una montaña rusa que a una dirección tendencial.
No es un juego de palabras, pero la guerra en curso iniciada por Rusia en su invasión de Ucrania está dejando a muchos inversores sin la capacidad de ver con claridad oportunidades de negociación. Esto es debido a la volatilidad.
Hemos visto cómo las materias primas energéticas se disparaban y algunos metales industriales como el níquel, suspendían su cotización directamente dejando atrapados a los inversores. Los índices bursátiles han pasado de tocar un suelo provisional a recuperar niveles previos al inicio de la guerra dejando completamente desconcertados a una gran parte de operadores de mercado que no encuentran explicación al comportamiento bursátil ni tendencia clara para posicionar sus capitales.
La situación actual, lo que sí ha dejado de claro es que los mercados occidentales, véase Europa y Norteamérica, están sufriendo mayormente el impacto de la inflación y sus bancos centrales deben afrontar esta situación a través de subidas de tipos de interés y la revisión de sus políticas monetarias. En este contexto ya observamos que los mercados asiáticos, concretamente los continentales como China, en lugar de apostar por un incremento de los tipos, están haciendo todo lo contrario, dejando en evidencia que su ciclo económico se encuentra en una situación diferente.
A lo largo de 2020, el Banco Popular de China ya realizó algunas bajadas de tipos durante los primeros impactos de la pandemia y ahora, mientras la Fed inicia su política agresiva de tipos, con el objetivo de alcanzar el 2% a finales de 2022 y el BCE podría sorprender a lo largo del año adelantando su calendario. El referente centralizado de China mantiene una política acomodaticia de su economía a pesar de los riesgos de crédito existentes en su sector inmobiliario.
Este contexto, ha favorecido que ante un menor crecimiento de las economías occidentes, los inversores estén observando las economías chinas con buenos ojos. Sumado a que las menores tensiones comerciales entre China y Estados Unidos ha supuesto un impulso para las cotizadas chinas que son negociadas en Wall Street, como Alibaba, NIO, Tencent, etc…
Así, muchos inversores observan el índice Hang Seng China Enterprise Index (CHNComp) o el Hang Seng Index (HKComp) como grandes oportunidades de inversión para este periodo.
Gracias a los ETFs (Fondos Cotizados), los inversores menos cualificados pueden incorporar a sus carteras estrategias de inversión indexadas (vinculadas a un índice) sin el temor a que el apalancamiento pueda generar alta volatilidad en sus carteras. Pudiendo diversificar su posición invirtiendo en gran número de compañías y a su vez, estar posicionado en mercados o sectores concretos.
Este tipo de productos ofrece una gran ventaja de inversión. La liquidez, la exposición y la facilidad en su operativa aportan transparencia y sencillez a unos productos cada vez más negociados por los inversores minoristas.
A través de Brókers como XTB es posible operar al alza o a la baja en los mercados asiáticos a través de los CFD, pero también están disponibles los ETF sobre estos índices, como por ejemplo AFI.FR o HSI.FR de la gestora Lyxor, cuya negociación es más sencilla e intuitiva. Mientras muchos inversores pueden temer fuertes caídas a la espera de qué efecto tendrá las subidas en los tipos de interés, en otros mercados como el asiático, se pueden encontrar una gran oportunidad en la negociación de sus índices de referencia.
Como parte de su continua actividad de formación para clientes y público interesado en el mundo de la inversión, el próximo 31 de Marzo tendrá lugar el XTB Investing Trends sobre Fondos de Inversión Cotizados (ETFs). En este evento los asistentes podrán descubrir las principales tendencias de inversión para 2022 en ETFs explicadas por los responsables en España de las gestoras más importantes del mundo como JP Morgan, BlackRock o Amundi, entre otros. ¡Apúntate a continuación!
