Este periodo suele estar marcado por un descenso en el volumen de negociación diario
Y es que por un lado muchos inversores se encuentran de vacaciones, y por el otro hay menos referencias económicas. Aun así, los mercados financieros no están exentos de vivir algún episodio de volatilidad, lo que puede perturbar el descanso de los pequeños ahorradores. Tener clara la estrategia de inversión ayudará a no tomar decisiones impulsivas basadas en movimientos a corto plazo.
Las bolsas han subido por encima de los dobles dígitos durante el primer semestre de año ante la desaceleración de los precios, la cercanía del final de las subidas de tipos y una economía sorprendentemente resistente. Pero todavía existe el temor de que este entorno de alta inflación y subidas de tipos de interés impacte de manera abrupta en el consumo y la inversión y provoque una desaceleración mayor de lo previsto.
Parece que nadie se acuerda de las turbulencias financieras del pasado mes de marzo cuando cayeron entidades como SVB o Credit Suisse. A pesar de que el sector financiero ha recuperado la confianza, es otra prueba de lo rápido que se puede desplomar el mercado ante una seria amenaza. La evolución de la inflación y las próximas decisiones de los bancos centrales serán determinantes para el devenir de las bolsas, aunque el nerviosismo podría dispararse en cualquier momento por algún evento que en estos momentos ni imaginamos.
Por esta misma razón es tan famoso el dicho de “vende en mayo y sal corriendo”, ya que tradicionalmente muchos inversores salían del mercado antes del verano para pasar sus vacaciones tranquilos y volver a entrar en el mes de octubre. Históricamente se ha demostrado que tratar de buscar el mejor momento para invertir provoca pasar mucho tiempo fuera del mercado desviándose de su rendimiento histórico.
Por este motivo es tan importante tener una estrategia bien definida, así no será necesario tomar decisiones precipitadas o preocuparnos en exceso ante un aumento de la volatilidad. Para ello nos podemos ayudar de los fondos cotizados como los ETF, ya que nos permiten diversificar nuestras inversiones y seguir de cerca los principales índices globales son la necesidad de realizar una gestión activa.
Otra opción para limitar el riesgo durante el verano es realizar algún tipo de cobertura sobre nuestras inversiones. Aunque esta estrategia también tiene sus inconvenientes, ya que tiene un coste para el inversor y no permitirá aprovechar las potenciales subidas. Por último, siempre está la posibilidad de reducir exposición y no alterar el “umbral del sueño”, invirtiendo solo la cantidad de dinero que nos permita dormir tranquilo independientemente de los movimientos del mercado.
Joaquín Robles, Analista de XTB
Joaquín Robles estudió Ciencias Empresariales en la UFV y completó su formación en el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) y el Instituto de Empresa (IE). Posee la acreditación European Financial Advisor de la asociación EFPA y la de Gestor de Patrimonios del IEAF. Es colaborador habitual en los principales medios de comunicación y trabaja en XTB desde 2013