Las dudas tras el colapso de Terra/Luna hace que el mercado de criptos esté ahora en un momento de gran incertidumbre.
A pesar de todo, se trata de un activo digital que no pierde el interés para los inversores, tanto para los más especializados como para aquellos que se inician en el mercado.
Como toda inversión, las criptomonedas también cuentan con un riesgo, que se puede acotar si se siguen algunas pautas básicas. Vamos a adentrarnos en el decálogo del buen inversor en criptomonedas.
Formación
A la hora de invertir en criptomonedas es importante conocer las herramientas con las que se accede a este mercado y con las se realizan las operaciones. Algunos de los errores más significativos a la hora de invertir tienen lugar por un mal uso o por el desconocimiento de la plataforma de inversión. Por ello, antes de lanzarse a invertir con dinero es muy recomendable dominar la plataforma mediante una cuenta demo o dinero ficticio. Es decir, aprender con seguridad el funcionamiento de la herramienta de trabajo mediante los mismos condicionantes de un entorno real.
Mercado de alto riesgo
Para muchos inversores noveles el mercado de las criptomonedas es su primera experiencia de inversión. Por ello, es obligatorio entender que no sólo estamos ante un mercado más volátil de lo habitual, sino asumir dónde “nos estamos metiendo”. Ante la ausencia de organismos centrales a los que acudir en caso de posible discrepancia, saber que “estamos solos” en este mercado es de gran ayuda para realizar una correcta gestión y diversificación de nuestros capitales y de cuánto vamos a destinar a este mercado según nuestro perfil.
Las criptomonedas son proyectos
Hay muchos proyectos que respaldan la validez monetaria y el uso de las criptomonedas, como aplicaciones prácticas que crean valor presente o futuro o que suponen un cambio de paradigma de las necesidades o hábitos futuros de la humanidad (internet, por ejemplo). Por ello, es importante investigar y conocer el valor del proyecto de nuestro interés.
Invertir no es apostar
Un inversor consistente sabe desde el principio que ganará o perderá en función del capital que destine a la inversión y que ese dinero nunca será todo el capital disponible de su patrimonio ni tampoco aquél que necesite para otra cosa esencial. Por ello, aquellos nuevos inversores que esperen con una sola operación hacerse millonarios no están invirtiendo, sino apostando. Salvo que no haya ningún apego al dinero duramente conseguido trabajando o que tu capacidad económica lo permita, las criptomonedas no son tu mercado.
Diversificar dentro del riesgo
Es importante que, si por nuestro perfil, nos vamos a dedicar plenamente a las criptomonedas, el peso principal de nuestra inversión recaiga sobre los proyectos más conocidos: Bitcoin y Ethereum. Entonces, y asumiendo que estamos ante un mercado de alto riesgo y volatilidad en el precio, se pueden buscar otros proyectos usando las premisas anteriores que puedan ofrecer mayores retornos, siempre que estén fundamentados y respaldados por el consenso de los inversores.
Conocer instrumentos complementarios
A través de instrumentos derivados, como por ejemplo los CFD (Contratos por diferencias), podemos adoptar una posición de venta por valor nominal equivalente al valor de nuestra cartera para ganar con las caídas. Esta ganancia es el valor nominal perdido en nuestra billetera de criptomonedas, monetizado sin vender nuestra posición.
Monedero frío
Si vamos a invertir en el largo plazo es importante recordar que prácticamente todas las plataformas exclusivas de criptomonedas han sufrido el ataque de hackers informáticos y el robo de importantes cantidades de este producto. Por eso, es importante custodiar nuestras inversiones de más largo plazo fuera de la red, mediante dispositivos similares a un usb, que nos permiten almacenar nuestras criptomonedas fuera del ecosistema de internet.
Ser conscientes de los cambios económicos y políticos
Muchos de los movimientos explosivos de estos últimos tiempos en criptomonedas han estado motivados por decisiones económicas y políticas. Por lo tanto, como buen inversor, deberemos estar al día de cualquier cambio que pueda afectar a nuestra inversión en criptomonedas y su impacto en el tiempo.
Responsables con la fiscalidad
El desconocimiento de una norma no nos exime de su cumplimiento. Si bien la comunicación de las plataformas de inversión en criptomonedas con los organismos tributarios es escasa o nula, eso no es excusa para que los inversores no deban cumplir con sus obligaciones. Porque en caso de conocimiento de la Hacienda Pública de que se ha realizado una actividad inversora y no se ha declarado, puede tener repercusiones tales como sanciones económicas o consecuencias jurídicas.
Asesoramiento de expertos
Si como inversores particulares no disponemos del tiempo suficiente para formarnos profesionalmente en métodos de inversión o para tratar nuestra actividad desde el punto de vista tributario, es recomendable acudir a expertos con una reputada experiencia en estos campos que nos puedan asesorar profesionalmente.